Mi desarrollo espiritual no ha ocurrido como el resultado de estar años viviendo tranquilo, en meditación y sin sobresaltos, sino todo lo contrario, de llevar años experimentando crisis de todo tipo y en medio de las malas decisiones, haber aprendido a crear un espacio para encontrarme con mi propia esencia y así esclarecer lo que verdaderamente soy…
Así es, una larga temporada llena de crisis y equivocaciones es el caldo de cultivo perfecto para una transformación. En mi caso en particular el lenguaje ha sido el procursor de mi evolución personal y de la mano con la meditación holística he podido desarrollar una técnica que no solo me ha permitido transformarme a mi mismo en un ser más consciente, sino también ayudar a otras personas a encontrar un sentido más evolutivo de sus vidas.